

Nací en el pueblo de Billinghurst,a pesar que hoy viven más de veinte mil habitantes,conserva aún la mentalidad de tal. Con el clásico trazado español de cuadrículas alrededor de la plaza encontramos la iglesia con su escuela parroquial, la delegación municipal(abierta hace solo un año),la sociedad de fomento,la vieja escuela primaria, y un pequeño centro comercial. Por años y como dijo el escritor Galeano: "Cuando quieras que un pueblo se anule no participe, lo único que se festeja en la plaza principal es el aniversario", la plaza se uso para eso. En el mes de noviembre, mes del festejo se realizan actos cívicos militares, bailes folkloricos, muestra de fotos antiguas,algunos artesanos, las varias veces controvertidas elección de la reina del barrio,un poco de tango,cumbia y metidos casi de colados, nosotros los murgueros. También lei por ahí una muy buena tesis de sociología que se refería a lo barrial y lo imbarrial, el centro y la perifieria de un barrio. Con toda esta introducción saco mis conclusiones después de haber pasado los carnavales 2010: cuatro pequeños corsos en calles de la perifieria organizaron los vecinos, sin contar con la minima protección policial, baños químicos(que ya serían un lujo en nuestro barrio), pero no sobre la plaza "del pueblo". Plaza cuya arquitectura fué modificada en los 70 al estilo Cacciatore, cemento por todos lados, habiendo talado antiguos paraísos, sacado su antigua rotonda, plaza "de paso"no para estar. Ideología que se marco en los tiempos de la dictadura para que la gente no se congregue sobre ella. Así de prepo organizamos un festival popular al terminar el tiempo carnavalero, vinieron algunas murgas invitadas, llamándoles la atención poder mostrarse sobre una plaza y no en la calle. Pero poco público, el cual distribuido en los corsos de la periferia comian chorizos, mucho vino y más cerveza. Creo que la gente aún no puede reconocer a su plaza como de todos y para todo: hasta para un rejunte murguero. "La gente de bien" diría mi abuela no se acercó a vernos, porque eso no se hace. Otros prefirieron los vinos y las cervezas sin control. Nosotros sin un peso bailamos y nos divertimos en el centro de la misma, saben vinieron unos amigos de la Asociación Lautaro de San Martín que bregan por la participación popular y nos prestaron el audio(cabe aclarar que más de cuatro horas tratamos de conectarlo porque "el placero" pareció que se lo comieron los fantasmas, curioso no?, justo cuando la murga esta organizando un festival). Hay mucho camino para andar todavía, tomar conciencia que el centro del barrio no es de nadie y es de todos, pensar que el espacio público es "público:cosa del pueblo". Será porque tantos años nos prohibieron estar allí que la gente se aconstumbró a solo pasar rapidito, los carnavales por segundo año volvieron de nuestra mano a la plaza, estoy convencida que cada año seremos más: gente y murgas, sin temor al que dirán, sin temor a participar, sin verguenza por el estar festejando y cantando con bombos y platillos, saben esto es LIBERTAD. Agrego: lindo discurso para el bicentenario que se viene no? Ana.